El Mundial relanzó a los atléticos
Noticias relacionadas
La Selección cada vez se parece más al Atlético. Siempre termina arruinando las ilusiones que incautamente se ponen en ella. Una veces es por el carisma de entrenador y otras, como este año, por la juventud y la calidad de una plantilla renovada. Da igual, el resultado es siempre el mismo. Con el Atlético es muy parecido. Unas veces pensamos que Bianchi es el revulsivo que necesitábamos. Otras creemos que un serbio acreditado como goleador y un búlgaro, una de las mejores zurdas del mundo, nos pueden hacer salir del marasmo. Craso error. Parece como un estigma, una maldición de la que uno no puede librarse. Todo es cuestión de mentalización, y tanto la desafortunada Selección como el infortunado Atleti arrastran el sino de perdedores por mucho que un día ganen.
Si alguna conclusión positiva puede sacarse de este funesto Mundial es el buen rendimiento individual de jugadores que visten nuestra camiseta rojiblanca. El campeonato ha servido para consagrar Fernando Torres como uno de lo delanteros más rápidos que existen. Cualquier club europeo con buenos pasadores en el centro del campo rentabilizaría, mucho más que aquí, sus muchas posibilidades. Óptimo ha sido el Mundial también para Pernía, que se ha ganado la titularidad por la banda izquierda. Y no digamos nada de Maxi Rodríguez, un prodigio de regularidad y con mucha más calidad que muchos jugadores que tienen más nombre que otra cosa. Él se ha convertido en la principal alegría para los atléticos de este Mundial para olvidar.



