Joaquín ha esperado cuatro años

Reconozco que tengo debilidad por Joaquín. Llegó muy pronto a la cita con la fama y puede que le deslumbrara pero, ahora que empieza a sacar recursos de veterano, aún es más desequilibrante. Estuvo cerca de perder el tren mundialista, aunque acabará siendo decisivo. Ayer demostró que está como una moto, sin complejos de suplente. Si se trataba de ver quién está con las pilas cargadas, el del Puerto fue el primero en anotar su nombre en esa lista. Como sabíamos que partido, lo que es partido, no había, todos buscamos pequeños detalles. Y confirmamos lo que ya presumíamos: Joaquín y Cesc acechan.

Del resto, pequeña decepción con Iniesta. Una cosa es que seas muy bueno y otra que controles el juego del equipo. Para eso, aún le queda mucho. Como le sigue faltando un metro a Raúl para llegar a determinados balones. Tampoco le corre igual el esférico a Albelda que a Xabi Alonso cuando hay que iniciar el juego. Vamos, que ayer se demostró que hay pocos caprichos de Luis en el once. Y vuelvo al inicio. Me alegro por Joaquín. No merece que su nombre esté ligado a la decepción de Corea. Esa pesadilla tiene figura egipcia y mejor no acordarse de ella.