Nadie dijo que fuera sencillo

El mejor freno para la euforia es que aparezcan cuanto antes los problemas. Nadie gana con la gorra. Con ellos, España no renunció ni al toque ni a su estilo. Eso le debía estar diciendo Raúl a Cañizares cuando les cazaron en el banco. Por cierto, ¿porqué se tapaba la boca el capitán para que no se leyesen sus labios? El plan de Luis sigue siendo válido, pero tiene sus inconvenientes. Sin balón sufrimos mucho. Si nos ponen un hombre tapón sobre Xavi, también. Puyol, con Pernía en el lateral, tiene doble faena. Algunos suplentes son buenos, pero obligan a cambiar el dibujo.

Pasó con la salida de Raúl, al que me temo que el debate no le favorece. Resulta tan discutible decir que no aporta nada como hacer de su suplencia una causa. Su dedicatoria en el gol a Cañizares estaba cantada. Más madera. Lo de Cesc fue lo mejor de la noche, con el plus de que aporta frescura, descaro y buen rollito. Tres zapatazos suyos, uno remachado por Raúl, y un maravilloso pase al Niño, acabaron rompiendo a un adversario tan duro como limitado. Ayer crecimos todos un poco más, incluso el encuentro nos sirvió para abrir los ojos y saber dónde está cada uno.