Eriksson y su juego aburrido
Parece mentira que haya candidatos del Madrid que piensen contratar a Eriksson como entrenador. La única explicación (porque suponer que son tontos sería una falta de respeto) es que poseen una bolita mágica en la que han visto que Inglaterra va a ganar el Mundial, y jugando de lo lindo. Pero si nos remitimos a los hechos, ¿a quién se le ocurriría fichar a Eriksson, un entrenador cuyos cinco años como seleccionador han resultado ser una de las más grandes tomaduras de pelo de la historia del fútbol?
Los 30 millones de euros que le ha pagado la Football Association estos años han logrado lo siguiente: transformar una selección tradicionalmente ofensiva en un equipillo de la Serie A (la Liga donde Eriksson cosechó sus únicos triunfos). La selección eliminada por Brasil en Japón en el 2002 fue la más tímida de la historia. Después, en la Eurocopa de Portugal, nada; y en la clasificación para este Mundial, más de lo mismo. O sea, grandes jugadores que con Eriksson rinden por debajo del nivel que exhiben con sus clubes. Éste es el entrenador que algunos candidatos a la presidencia del Madrid, un club cuya identidad se basa en el espectáculo, desean fichar.