El sexto dan tira más que la corbata

Hay algo que delata a un deportista con corbata... En el caso de Alejandro Blanco además hay dos datos que le serán de mucha ayuda en su cargo. Primero, es gallego de Ourense, por lo que siempre se guarda una pregunta en la manga para responder cuestiones embarazosas. Y segundo, lo suyo es el judo, por lo que difícilmente le pillarán con la guardia baja sus adversarios. También es alto cargo, pero no es diplomático (piensa lo que dices, pero no digas lo que piensas). Ayer se enfrentó a un zafarrancho de preguntas: ¿Organizar unos Juegos significarán más impuestos, obras y atascos? ¿No es hora de reconocer los fallos de Madrid 2012? ¿No es sensiblemente mejorable la ley del mecenazgo de las empresas? Pudo tirar de su dialéctica gallega o ser diplomático, pero eligió colocarse su cinturón negro, sexto dan.

Recomendaba el viejo profesor Miyagi "dar cera y pulir cera". Y eso hizo Blanco. Como buen deportista, fue políticamente incorrecto. Se mojó. Repudió el dopaje desde la Tolerancia Cero e inculpó al deportista y, sobre todo, al entorno. Sugirió un estadio nuevo para suplir a La Peineta y expuso su plan de formación de futuro para los atletas. Pero la cuestión peliaguda era otra: "Jaca aspira a los Juegos de Invierno de 2014 y Madrid a los de 2016. ¿Arriesgado?". Blanco no se arrugó: "Creo que es imposible que ganen las dos". Luego, gallego él, se sacó una pregunta de la manga: "¿Por qué no apostar por los dos?". Con ese talante gallego puede ganar o no ganar, pero perder, no perderá. Seguriño.