El técnico merece seguir
Lippi merece comandar la Squadra Azurra en el Mundial. Se lo ha ganado con un trabajo brillante. Ha llevado sin problemas la fase de clasificación para la Copa del Mundo al tiempo que ha sido capaz de ir renovando el equipo. Ha encontrado soluciones brillantes para uno de los males tradicionales de nuestro equipo nacional: el gol. Ha conseguido dar confianza a jugadores como Luca Toni, máximo goleador de Europa y Bota de Oro, Iaquinta y Gilardino, y ha convertido a Italia en un combinando con buenas y diversas opciones ofensivas, algo de lo que nunca estuvo sobrada.
La crisis del Moggi-gate también salpicó a Lippi, pero de una manera injusta. Fue convocado por los fiscales en calidad de testigo y no de imputado. Sin embargo se le ha sometido a un juicio popular como si le hubieran reclamado por esa segunda condición. Rossi, el comisario de la Federcalcio, le confirmó ayer en su cargo, y eso es una buena noticia para Italia. Lo peor que le puede pasar a la Azurra es que el escándalo les persiga hasta Alemania. Pero, a fuerza de ser sinceros, va a resultar muy complicado que la concentración se aísle hasta ese punto.