Vacaciones totalmente inmerecidas

Se van de vacaciones, sin habérselas ganado, y con muchas asignaturas para septiembre. Los jugadores son los principales responsables del enésimo fracaso deportivo. La temporada que han hecho ha sido toda una demostración de impotencia, falta de carácter y de compromiso con estos colores. En ese "no nos merecéis" que coreó un sector de la grada en el último encuentro en casa ante el Betis, queda resumido el justificado desencuentro actual de la afición con los jugadores. La paciencia esta más que colmada y deben empezar pronto a devolver con resultados el aliento que han merecido a cambio de nada. Los dirigentes tienen en sus manos la urgente responsabilidad de configurar un proyecto que sea solvente de una vez.

Creo que se acierta de lleno con Javier Aguirre, pero se requiere dar un salto de calidad en una plantilla nulamente competitiva y, en líneas generales, muy poco identificada con la identidad de un club grande venido a menos. Me exaspera la actitud de unos presuntos buenos jugadores que actúan para cumplir el expediente y punto. Jugar en el Atlético debe representar un honor y exigir a los que tengan ese privilegio la máxima implicación con el club que representan. Además, necesitamos jugadores que no se arruguen cuando llega el momento de dar la talla. Basta ya de mediocridad. Este club, con su laureada historia, no puede tener en sus filas a jugadores vulgares o de medio pelo. Sencillamente no nos los merecemos.