El futuro del Atlético empezó ayer
Sensacional fichaje. Inconmensurable riesgo. Atléticos, ilusiónense: su equipo acaba de atar al que puede ser uno de los diez mejores futbolistas de los próximos quince años. Rojiblancos, tiemblen: veinte millones por un niño de diecisiete años sobre el que recae la sospecha de que su entorno puede perderle. Por esa misma razón se desechó a Tévez hace un año, pero Gil Marín y Cerezo saben que se acabó el tiempo de titubear. La única manera de competir en el mercado con los más poderosos es arriesgar sin freno. Y está la cuenta atrás con Torres. Tic tac, tic tac... O ganamos o me voy.
Es un doble o nada, porque seguramente sea el único fichaje de esta magnitud que el Atleti pueda realizar en años. ¿Mi opinión? Chapeau. En 2003, el Madrid decidió contratar un valor seguro como Beckham en lugar de dos apuestas de riesgo como eran entonces Ronaldinho y Kaká. El inglés ha cumplido, pero ese verano se decidió la hegemonía europea para los siguientes cinco o seis años. Los genios eran los otros y esos son los jugadores que marcan épocas. Agüero puede serlo. Junto a Torres, el cielo es el límite. Sean pacientes con el chaval y ayer se recordará como el renacer del Atleti. O su fin. Pero es mejor morir de pie que vivir de rodillas.