Toda una lección de humildad
Espero que los consagrados y acomodados Petrov e Ibagaza, relegados al banquillo frente al Alavés, hayan tomado buena nota del descaro, la dignidad y el pundonor con el que los chavales de la cantera nos han hecho volver a creer en lo imposible. Los Marqués, Manu o Rufino, han sido capaces de hacernos olvidar la desorientación de algunos titulares habituales. Han conseguido, además, que nos la tengamos que envainar, los escépticos que habíamos perdido todo atisbo de esperanza. El triunfo en Vitoria fue, ante todo, la victoria del compromiso con unos colores.
Frente a profesionales ligados a este club de forma material y contractual, un grupo de humildes chavales con sangre rojiblanca en las venas y con contratos sentimentales, han dado toda una lección de coraje. Siempre se dice que Por eso, su implicación con el anhelo europeo de la entidad es tal, que no necesitan de motivaciones extras. Murcia volvió a arriesgar mucho y nos demostró que el éxito es propiedad de personalidades arrojadas como la suya. Sólo porque su futuro puede depender de que nos clasifiquemos en puestos UEFA, los jugadores titulares están obligados a dar por este club mucho más de lo que dan últimamente. De momento que tomen buena nota de los niños.