El libro de Sandro Rosell
El escritor y dramaturgo irlandés Oscar Wilde y su editor intercambiaron los telegramas más breves que recuerde la historia. Estaba el primero en París y andaba inquieto por conocer cómo iban las ventas de su libro, así que envió un cable con este texto: "?". La respuesta no pudo ser más explícita: "!". Salvando todas las distancias, el libro del ex vicepresidente deportivo del Barcelona, Sandro Rosell, se venderá bien. Incluso estará en los top mañana, día de Sant Jordi. Le servirá, también, para mejorar la práctica en el esquivo de metralla. Tiene derecho, como todos, de escribir sus verdades. También en espigar entre las vivencias que contar y -momentáneamente o no- las que guardar. Los hechos no dejan de existir porque no se desvelen.
Rosell fue uno de los principales artífices en adentrar al Barça al siglo XXI el año 2003. Adiós a la caverna. Y arquitecto de parte de la plantilla actual. Ningunearlo o ignorarlo es abyecto. Como injusto es el discutir sobre la idoneidad de editar su paso por la entidad blaugrana, que, por cierto, ocupa sólo un tercio del texto. Ni oportunista ni desestabilizador. A Sandro hay que rebatirle con argumentos y razones, que seguro los habrá, no con brochazos de demagogia. Ya lo advertía el anónimo: "El que no quiere razonar es un fanático; el que no puede es un insensato; y el que no se atreve es un esclavo". Al fin y al cabo, únicamente se trata de su interpretación escrita de una historia; tan creativo como hacerla. "Vive tu memoria y asómbrate" (Jack Kerouac).