El Milán deja paso al Barça
Solamente un doble milagro puede salvar al Milán, porque ya es difícil superar al Barça, que nunca perdió, y aún más difícil ganarle en su campo. El Barça sentenció la eliminatoria con las virtudes de los grandes equipos, que juegan con la seguridad de sus fuerzas esperando el momento para superar al rival. Y así se comportó en la primera parte: cuando se presentó la oportunidad para marcar no falló, como sólo saben hacerlo los grandes equipos. El equipo de Rijkaard ha demostrado más equilibrio que el Milán.
Al final ganó el equipo que más aprovechó las oportunidades, pero que, pese a todo, nunca quiso defenderse porque ganando 0-1 dejó patente su superioridad. Acabó ganando un equipo que tiene "más hambre", tal y como dice su presidente, Joan Laporta, y se impuso el club que tiene una plantilla más completa y más joven. De hecho, la diferencia la ha marcado el suplente del suplente. Por contra, el Milán acabó con sus viejas glorias, Cafú, con 36 años, y Maldini, a punto de cumplir 38, como suplentes entrando en la segunda parte. Y la última oportunidad de Maldini me pareció un testamento del viejo capitán y de este equipo con tantos triunfos que deja espacio y gloria a este nuevo Barça de Rijkaard y Ronaldinho.