Merecen unas largas vacaciones

El cuarto puesto está en peligro. Después de ver la actuación del Madrid en Getafe, hablar del segundo puesto sonaría a cachondeo. Fernando Martín habrá comprobado desde Miami que el equipo se conjuró para complacerle y que López Caro estaba en lo cierto cuando les premió con dos días y medio de vacaciones tras el bochorno sufrido ante la Real. Muchos de los que jugaron ayer están pidiendo a gritos unas vacaciones anticipadas. No se puede jugar al trote, no se puede desmarcar Baptista y el resto quedarse mirando. Ya vale cualquier cosa, incluso que Raúl sea titular sin estar ni para jugar diez minutos.

Si no hay medidas drásticas, si no se rompe con los vicios adquiridos, con los privilegios absurdos, dudo mucho que el equipo sea capaz de ganar. Ayer, la generosidad de un futbolista que está en plenitud, Baptista, estuvo a punto de enmascarar el desastre físico y táctico del equipo. Y mientras, López Caro, con sus castigos de colegio y con enterramientos tan absurdos como el de dejar fuera a Beckham para hacerle hueco a Salgado o mantener contra viento y marea a Raúl. Ayer innovó en los últimos minutos: Diogo por Robinho y Cassano por Pablo García. De puntito en puntito, el Madrid puede decir adiós a la Champions.