Mucho cabo y poco general

Los únicos galones que se deben exhibir en el fútbol son los del capitán y en el campo. Los golpes de autoridad no se anuncian, se ejercen en la sombra. El problema llega cuando los que mandan no están legitimados. Ahí, o eres prudente o aquello se convierte en la casa de tócame Roque. López Caro fue desautorizado hace tiempo y Fernando Martín habla como si fuera presidente, pero la situación de interinidad se palpa. Con Ancelotti atado y la limpia de plantilla prevista por éste en marcha, se entiende mal que los socios no sean llamados a las urnas.

El presidente en funciones mal haría agarrándose a la silla como López Caro. Igual que dijo que le había comunicado al técnico que no seguiría, se puede dar el caso de que sus compañeros de junta le dejen solo antes de que la remodele. Y entonces, las elecciones serán inevitables y Martín se habrá desgastado de forma absurda. Le conozco poco pero parece inteligente. Mientras no confunda listeza con pillería, vamos bien. El socio tiene un olfato especial para detectar al listo y al pillo.