Derbys en sesión continua

Yo me pido Navarro, que es el más ligón', dicen que dijo uno del Madrid, sin recordar que, hombre casado, La Bomba es ahora muy serio y formal. Para ahorrarse hotel, Real Madrid y Barça han acordado que cada plantilla acoja en sus hogares a la contraria durante los diez días de Puente Aéreo y sudor que les aguardan. Boza Maljkovic pernoctará en casa de Dusko Ivanovic, y viceversa. El muy solicitado Navarro, a petición de Pepu Hernández, fraternizará con Felipe Reyes para ir haciendo patria, o sea Selección. Es broma, naturalmente. Cosa muy seria, en cambio, es la avalancha de derbys que nos viene encima: cuatro Barça-Madrid en diez días. Martes 4, jueves 6 (ambos de Euroliga), domingo 9 (Liga ACB) y jueves 13 (posible desempate europeo, que lo habrá). Se abre el debate. ¿Bueno o malo para el baloncesto? Los jugadores, desde luego, se acabarán conociendo hasta por el aroma. 'Hoy te cantan los alerones más que ayer', informará algún remilgado.

Un factor incuestionablemente positivo es que la confrontación europea de nuestros grandes clásicos garantiza la presencia de un equipo español en la Final Four de Praga. Un detalle negativo, atribuible al infortunio, es que en esa eliminatoria de cuartos se haya intercalado un partido del torneo nacional. Por separado serían grandes acontecimientos. Revueltos se quitan importancia entre sí. Lo dulce en exceso empacha. Cabe una solución de emergencia: cambio de fecha en el partido de la Liga ACB.