FIFA y G-14, ¿Qué hay de lo mío?
En ocasiones una novedad no es más que una disposición inédita de cosas antiguas. Novedoso fue que en septiembre del 2000 apareciera el G-14 y se enfrentase al dúo FIFA/UEFA. Una rebelión al poder establecido. Pero al cabo de sus más de cinco años de existencia, una cosa ha quedado clara: los dieciocho integrantes del selecto grupo están a las antípodas de Robin Hood. En realidad se trata de una representación mas de la pugna histórica entre el cacique y los nuevos ricos del pueblo. Un episodio rural trasladado al mundo globalizado.
Usando la estela del pobre y cabreado campesino (el Charleroi) contra el oligarca, el G-14 se sumó a la demanda del modesto club belga contra la FIFA. Esta semana hubo el primer acto del juicio. Desnudó al cacique y a los nuevos ricos. El principal abogado del primero, Ch. Ronse, argumentó que los dirigentes del fútbol mundial se mueven por motivos ideológicos y no comerciales "los ingresos son para cumplir los objetivos del ideario". J-L. Dupont, letrado del lobby, reclamó parte del pastel, sin más. El jueves en el marco de su Congreso ordinario, la UEFA invitó a abandonar el pueblo al G-14.