La UEFA está a tiro de piedra
No es la Copa de Europa, pero tras tantas temporadas desafortunadas, la posibilidad de jugar la UEFA el próximo año nos sabrá a gloria. Los aficionados necesitamos ver al equipo jugando en Italia, Francia o Rumania en épicos encuentros a bajo cero y sometidos a la presión de la afición rival. Tengo verdadera necesidad de ver cómo nos ganamos el respeto de Europa. El tránsito de nuestra definitiva recuperación pasa por la reválida y la credibilidad que podamos adquirir en el exterior. La Champions es una aspiración demasiado ambiciosa para esta temporada.
El objetivo es la UEFA, por lo que no queda más remedio que ganar hoy a un rival directísimo como es el Sevilla. Un equipo que no nos despierta muchas simpatías. Aún duele la eliminación en la Copa de hace unos años, con Manzano en el banquillo, y tengo atragantados los modos toscos y obscenos de su defensa, en particular del duro Alfaro, hoy en el Racing. Últimamente nos hemos convertido para ellos en una especie de perita en dulce. Parece que en cuanto vemos el color blanco en la vestimenta del contrario se nos nublan las ideas. Hoy disputaremos una auténtica final en el Calderón y sólo nos vale ganar. Estamos en la semana decisiva. No podemos fallar.