Lo peor de todo es el hastío

Hasta para desertar es sabio el Bernabéu. Poco más de media entrada y faltando diez minutos, ni eso. Es la forma de demostrar que están hasta el gorro. Por mucho que Fernando Martín venda proyecto de futuro, si las cosas siguen así, será complicado llegar a final de temporada. Y los que todavía no han huido se preguntan muchas cosas. ¿Está mejor Raúl que Baptista? ¿Merece la titularidad Cassano antes que Ronaldo? ¿Para que juegue Salgado es necesario que Beckham se quede en el banquillo? ¿Es Bravo la mejor opción para acompañar a Ramos? ¿Robinho estaba mal y, por arte de birlibirloque, se pone como una moto para jugar contra el Betis?

Preguntas que debería contestar López Caro en vez de insistir en su discurso místico que ya no cuela. Porque tan culpables son los jugadores como el técnico, que cada semana descubre un nuevo argumento para desorientar a sus futbolistas. No sería justo zurrar la badana al míster cuando él no gestó este proyecto deportivo que ha fracasado. Sí es responsable de que el equipo no logre el objetivo del segundo puesto. Me resisto a pensar que esta plantilla no dé para lograr el subcampeonato con dignidad. Visto lo visto, resulta grotesco estar buscando entrenador para el próximo año. ¿Y antes?