Cartel de lujo para la Classicissima

Si siempre merece la pena ponerse delante de una televisión para ver cualquiera de las grandes clásicas, esta vez no conviene perderse la Milán-San Remo, porque España nunca ha presentado un cartel tan rematado de corredores con opciones de ganarla. Por partes: Óscar Freire es nuestro mejor aval y, aunque no está al 100% de lo que puede dar, sólo corriendo al 80% se puede esperar todo de él. Tendrá a su lado a Juan Antonio Flecha, que le protegerá, y eso le da más opciones. Alejandro Valverde puede darnos también una alegría, porque he tenido la oportunidad de seguirle en la Vuelta a Murcia y está fuerte y mentalizado para brillar en las clásicas. Freire y Valverde son una garantía de éxito y pueden tumbar a cualquiera en una llegada apretada.

Pero, además, ha aparecido otra vez Igor Astarloa, un clasicómano de raza. Y Ángel Vicioso está en una buena condición física y puede aprovecharse del marcaje al que se someterán los favoritos. El abanico está abierto en una Classicissima que se vive con la misma pasión en Italia que el Giro. Una carrera que es una lotería, más difícil que cualquiera de las que se corren en pavés porque las caídas son una seña de identidad, más que en Flandes o la París-Roubaix. La he hecho como corredor y como director, y cuando llegas al Turchino la carretera se convierte en un embudo y todo el mundo quiere estar en primera fila. Los nervios influirán en una carrera en la que los equipos de Petacchi y Boonen ejercerán un bloqueo para llegar al sprint. Aún así, tendremos mucho que decir.