El Madrid se autodestruirá en 3, 2, 1...
El Atlético juega esta noche. Lo digo por si se les ha olvidado en medio de esta vorágine alucinante que engulle al Madrid. Desde el Calderón observan con incredulidad cómo, por una vez en la vida, la calma y el sentido común están de su lado. Cuando las lesiones de Maxi e Ibagaza le hacían titubear, el amigo López Caro les obsequió con la ausencia de Ronaldo, olvidando que la mera presencia del brasileño suele poner a los blancos en ventaja antes de empezar los derbys. Cuando Kezman se enteró ayer, no daba crédito. Pablo y Perea no han dormido mejor en años.
El Bernabéu será un polvorín si sus desorientados jugadores no marcan pronto. Aun sin los argentinos, la línea Cicinho-Mejía-Bravo-Roberto Carlos suena a plastilina en manos de Torres, Petrov y Kezman. El plan es sencillo, aguantar un rato sin hacer tonterías y esperar a que pase algo: que Gravesen pegue a uno de los suyos, a Cassano le entre flato o alguno le dedique un gol al palco mostrando una camiseta de Ronie... Cualquier cosa es posible. Si el Atleti es listo, este Madrid se autodestruirá en 3, 2, 1...