Parece que Toni no es tan malo

Es difícil fichar sin dinero, intuyo. Ese ha sido el toro que ha tenido que lidiar Toni Muñoz durante sus tres años como director deportivo. Recursos económicos modestos con la exigencia de un grande. Mal asunto. Si además eres de perfil discreto y, cuando vienen mal dadas, no sales a los medios a justificarte y desviar culpas, estás muerto. Así le ha pasado a Toni, que ha sido el saco de todos los golpes durante la crisis de principios de temporada. ¿Qué decidió no cobrar si no entraba en Europa? Pobre diablo, sonreíamos.

Ahora ha bajado la marea dejando ver el panorama real. El Atlético tiene ocho internacionales indiscutibles, ninguno de los cuales tiene más de 27 años. Torres ya estaba, pero los demás llegaron de la mano de Toni y varios a precios irrisorios. Recuperar a Antonio López costó millón y medio; Leo, Perea y Pablo llegaron por tres y Maxi, por cuatro. Sólo Petrov (nueve) y Kezman (siete) supusieron inversiones elevadas. Y para el año que viene, Pernía y Rosicky. Me parece que, al final, Toni cobrará y, hartó de aguantar, se irá sin hacer ruido. Mala cosa para el Atlético.