Obligación más que gesta

A menudo los futbolistas se olvidan de que si hablamos de remontada o gesta es porque hubo un partido de ida en el que se hicieron muy mal las cosas. No corresponde a mitos del madridismo fallecidos ni a los aficionados que se rascan el bolsillo, arreglar los desaguisados cometidos por los jugadores. Sería recomendable, además de mayores dosis de autocrítica, que los actores principales apelaran a su orgullo maltrecho y a su profesionalidad cuestionada para solventar papeletas como la que tendrán Londres. De paso, no estaría mal que supieran que el club se está jugando una buena talegada y un prestigio que está bastante deteriorado.

Lloverán los pronósticos, se apelara al espíritu de no sé quién ni qué, pero, lo único objetivo es que en noventa minutos de juego y con la plantilla del Madrid, no es ningún milagro meterle al menos un gol al Arsenal para igualar la eliminatoria. Muchas veces se busca un punto de enganche con el socio pero el personal está ya hasta el gorro. Hablamos de un socio decepcionado al que pueden dejarle en marzo sin emociones. No queda otra que hablar poco fuera del campo y apretar los dientes en Highbury.