Con el espíritu de Brasil

Tengo que reconocer que era de los no creyentes en la remontada por el simple hecho de invocar a los muertos, en este caso tan ilustre como Juanito. Él hizo en vida lo que muy pocos vistiendo esa camiseta del Madrid, pero eso no se puede trasladar en el tiempo. Por mucho que lo expliques, con imágenes o de palabra, no cuela. El problema era encontrar un jugador que representara ese espíritu. En la previa había cogido la bandera Casillas, pero ser portero le invalidaba para tal misión. De forma natural se encontraron con la efectividad de la armada brasileña y la casta de Beckham. Sobre esos pilares construyó el Madrid una ilusión.

A diferencia de las remontadas de antaño, hubo menos gestos, menos triquiñuelas, todo resultó más natural. En las de los 80, los goles entraban a trompicones, los rivales eran arrollados al límite de la legalidad. Ayer triunfaron los tantos de bandera, el juego elaborado, la paciencia. Y hay que volver a lo que representa Beckham. En el campo se transforma, enloquecido cuando su equipo no gana. Con López Caro ha recuperado el gusto por los centros medidos desde la banda. Y así nacieron el segundo y el tercero. Cada equipo tiene derecho a escribir su historia y éste, aún ahogándose en la orilla, lo hizo.