El fortín amarillo, asaltado

Cuando comienza una temporada se hacen especulaciones de dónde y cuándo se pueden conseguir los puntos necesarios para los objetivos. Hay una opinión generalizada, la de amarrar los puntos que se disputan como local, una tarea en principio menos complicada que la obtención de los mismos en terreno forastero. Una vez que se ha desarrollado gran parte de la competición, el Cádiz ha conseguido sólo nueve puntos en Carranza de los 33 disputados. Algo similar le sucede a equipos que acompañan a los amarillos en este viaje por mantener la categoría, como el Alavés, el Espanyol o el propio Racing. El apoyo de los aficionados es importantísimo, en la mayoría de las ocasiones estimula y hace reaccionar a los protagonistas.

La mejor campaña que realizó el Cádiz como local fue en la temporada 81-82, y de 17 partidos se ganaron doce, se empataron tres y sólo se cayó derrotado ante Las Palmas y Betis, pero fuera se ganó solamente al Castellón, perdiendo los otros 16 partidos. Aquel fortín que era el Carranza ha sido asaltado esta temporada. Revertir esta situación está en la mentalización de los técnicos a los jugadores y en la aportación de estos en el terreno de juego, sobre todo con aquellos que tengan la personalidad suficiente de asumir la responsabilidad y comandar la nave que lleve al triunfo. Lucas Lobos se ha mostrado como un jugador diferente, atesora talento y personalidad, el equipo puede encontrar en él el referente necesario para romper la mala racha en casa.