Moto GP debe mirar hacia la F-1
El motociclismo ha tenido una aspiración en los últimos años (o siempre): ser como la Fórmula 1. Por este motivo Carmelo Ezpeleta, el jefazo de Dorna, se inventó en 2002 lo de MotoGP, una F-1 de dos ruedas con motores de cuatro tiempos cuya principal diferencia con los antiguos 500cc radica en doblar los costes de las escuderías, es decir, pegarle un buen clavo a los patrocinadores y marcas e inundar los boxes de todo tipo de lujos, eso que algunos llaman el glamour de la F-1. El lujo atrae al dinero, debió pensar Ezpeleta. Pero la verdad es que en lo que se refiere al espectáculo nada ha cambiado (excepto en cómo suenan las 4T) y la cosa pinta mal. Miremos hacia la Fórmula 1. Ahí está un señor que se llama Bernie Ecclestone, un tipo de 1,60 con aspecto de Elton John que es el amo y señor de este circo. De golpe y porrazo decidió este año que los motores tenían que pasar de diez a ocho cilindros y empezó a imponer algo desconocido en este deporte,la austeridad. Este señor no imita ningún modelo, gobierna la F-1 pensando en la rentabilidad (esto incluye la suya propia). El espectáculo atrae el dinero, pensó.
Entiendo que Ezpeleta quiera dar otro nivel al motociclismo, pero el modelo elegido, el del gasto y la ostentación bajo la marca MotoGP, no es el ideal. ¿Cuál ha sido la lectura de Ecclestone? Es evidente, la F-1 se ha pasado de rosca y ya no salen patrocinadores dispuestos a pagar lo que sea por verse en algún bonito adhesivo en los monoplazas. Las escuderías gastan más y más y no hay retorno, de ahí su obsesión por abaratar costes. El tabaco desaparecerá en dos años y representa más del 30% de los ingresos en concepto de patrocinio de la F-1. Marlboro se dejó en Ferrari 86 millones de euros; Mild Seven en Renault, 54, West en McLaren, 50 y BAT en Honda, 48. Todo esto volará en 2008 y Ecclestone ya se ha puesto manos a la obra. Sobrevivirán sin problemas con sus cambios. Ya no cuentan con el dinero del tabaco. Y qué hace mientras tanto MotoGP? Ahí están, más tiesos que la mojama y sin que nadie se ponga al frente de la manifestación para pedir sentido común en el gasto. Honda Pons, la mejor escudería privada, ya ha dejado el Mundial. Los aspirantes al título de MotoGP, Rossi, Melandri y Gibernau, están patrocinados por Camel, Fortuna y Marlboro (Hayden y Pedrosa son Repsol).
El tabaco puede pagar el actual modelo, pero ¿quién pondrá el dinero dentro de dos años? Nadie habla deabaratar esta categoría (ojo al modelo de competición mucho más razonable de Superbikes). El espectáculo del motociclismo y la F-1 no consiste en alinear en la parrilla de salida costososmonoplazas o motocicletas repletos de electrónica y artilugios inspirados en la NASA rodeados de un lujo de ensueño. Basta con buenos pilotos que vayan rápido, que frenen muy tarde y que abran gas antes que nadie. Ecclestone está en el buen camino y los buenos pilotos (que con los V8 destacarán más) van a dar más espectáculo que nunca y eso sí que atrae al dinero. Que tomen buena nota los de las motos.