Ante la Real todo apunta al disfrute
No hay nada que perturbe el buen momento que vivimos. El equipo ha recuperado la confianza lo que se traduce en goles y buen juego. Empezamos a conocer la alineación de memoria, que es el mejor síntoma de que se está construyendo un bloque de forma efectiva. Lástima que en los planes iniciales de Murcia no esté incluido Kezman, un goleador que aun está por sumarse a la fiesta. Hace bien el entrenador en apostar por los jugadores que han levantado las expectativas del equipo, aunque estoy convencido que no dejará al serbio marginado. Kezman tendrá sus oportunidades, como las han tenido todos con Murcia. Su norma ha sido la de aprovechar al máximo los recursos de los que dispone y el serbio está entre ellos.
Ante la Real tenemos la oportunidad de situarnos ya en posiciones de optar a Europa. Por ello no podemos fallar. Viendo lo que le ha pasado al Real Madrid, que llevaba un proceso similar al nuestro, es imprescindible que mantengamos la concentración y la actitud que hemos demostrado en los últimos encuentros. La experiencia de los últimos años nos hace ser cautos ante estos síntomas evidentes de recuperación. Me preocupa la fragilidad anímica que atesoramos y nuestra eterna condición de equipo imprevisible. Cuando uno menos se lo espera, culminamos la hazaña o nos alineamos con el despropósito. Lo difícil no es llegar al estado óptimo de autoestima y resultados en el que nos encontramos, sino mantenernos en el mismo.