El Madrid jugó muy cómodo

No vi que al Espanyol, como alguna gente apunta, le faltase actitud. Al defender muy atrás dio la sensación de que los jugadores del Madrid se paseaban hasta cerca del área perica, cuando comenzaba la presión españolista. Pero sí que hubo intensidad. Lotina apostó por el mismo planteamiento que le dio la victoria en la ida: defender atrás y salir al contraataque. Pero hay dos diferencias evidentes: el Bernabéu no es Montjuïc y este Madrid está mucho mejor que el de la primera vuelta. Ahí estuvo la realidad del encuentro. Los de López Caro fueron superiores y se aprovecharon del sistema del Espanyol, que le dejó mucho terreno para tocar en tres cuartos de campo. El Madrid se sintió cómodo y sacó a relucir su calidad en el centro y el remate.

Y eso que la alineación no era para defender, pero sí las intenciones. También se notó la baja de última hora de Lopo, actualmente el mejor defensa que tiene el Espanyol. Pero no es una excusa, porque, quién sabe, quizás con él en el campo el resultado hubiese sido peor. El Espanyol cedió demasiado espacio en las bandas, donde los jugadores del Madrid encontraron un chollo. Prueba de ello, es que los tres primeros goles llegaron desde la banda. Algo que te condena.