Todo es cuestionable en Mallorca

Todo es cuestionable en Mallorca

Una de las grandes particularidades en el entorno del Real Mallorca es que todo es cuestionable, independientemente de lo que vaya a suceder. Se pasa del blanco al negro con una facilidad pasmosa de manera que hasta se

cuestiona a un futbolista antes de que juegue; es como cuando de niños no nos gustan las lentejas sin haberlas probado antes. En el entorno mallorquinista no gustan los fichajes de verano, ni tampoco los de invierno; no gustan los jugadores de fuera, ni tampoco los de casa; no gustaba el presidente de antes, ni el de ahora; llegan entrenadores malos, y después de los malos, los peores; se valora si un futbolista es alto o bajo; si durante los partidos los cambios se hacen bien, mal, pronto o tarde; si no gastas dinero eres un tacaño y si lo gastas te tachan de derrochador y de tirar el dinero por la ventana; que si la pista de atletismo sí o la pista de atletismo no; si la propiedad del Mallorca es de gente de fuera o de gente mallorquina; si hay jugadores de la cantera o se fichan de otras canteras; si el color de la segunda camiseta es adecuado; si es conveniente jugar en Europa o si el precio deportivo de eso es demasiado caro; si ganas

los partidos porque eres bueno o los pierde el contrario porque es malo, etcétera.

Así está el Mallorca y hay que convivir con ello. Lo único que no se cuestiona es que algunos tengan o no un espejo en el que mirarse y cuestionar si toda crítica está razonada o sigue un criterio, y si esto es lo lógico y yo no me había dado cuenta.