Sólo se ha ganado un partido

Murcia ha demostrado que es un entrenador lógico y valiente y que tiene una personalidad enérgica y ambiciosa. Pero me llama más la atención el sentido común del que hace gala cuando asegura, con cautelosa razón, que solamente hemos ganado un partido. El Zaragoza ha sido como una especie de UVI hospitalaria, en la que entramos enfermos de verdad y de la que hemos salido a planta, para iniciar el postoperatorio. Murcia no sólo ha aplicado una máxima muy sencilla, la de aprovechar al máximo los recursos que tienes, además ha sido capaz de solventar el bache anímico que mantenía paralizado al equipo. Después de mucho tiempo en lugar de comprobar como el equipo dejaba que los rivales remontaran resultados adversos, hemos visto cómo somos capaces de reaccionar ante un dos a cero y empatar el encuentro.

También hemos comprobado que con un mínimo de confianza en tus posibilidades, es posible controlar un resultado sin tener que sufrir hasta el pitido final. El equipo ha dejado de ser el timorato, indefinido y deslabazado conjunto de Bianchi. A pesar de todo, no es momento para desatar la euforia. La mejoría habrá que ir evaluándola partido a partido. La defensa todavía no es la que era, el centro del campo esta aún sin definir del todo y le falta capacidad para controlar el juego del rival, y en el ataque, Petrov, Torres y Kezman pueden y deben dar mucho más de sí. Murcia ha evidenciado ya saber lo que quiere y lo que se trae entre manos, pero aún le queda mucho por hacer.