Necesitamos al mejor Ferrero

Necesitamos al mejor Ferrero

Empezaron once y nos quedan cuatro en los dieciseisavos de final del Abierto de Australia: Ferrero, Ferrer, Robredo y Feliciano López. A estas alturas estamos igual que el año pasado (Ferrero, Robredo, López y Nadal) y mejor que hace dos (Ferrero, Nadal y Costa). Como verán, Ferrero es nuestro australiano por excelencia. Nunca llegó a una final, pero de los jugadores españoles es quien mantiene una trayectoria más regular. En 2004 alcanzó las semifinales, donde se encontró a Federer. Este año pueda que suceda lo mismo. Ambos caminan por la misma parte del cuadro. Mas el camino que le espera a Ferrero no es fácil. De superar a Kiefer es probable que después le tocasen Chela y Coria, dos buenos representantes de un tenis argentino en auge.

En cualquier caso Ferrero da señales de salir del túnel en el que estuvo metido entre febrero de 2004 y marzo de 2005: 19 torneos, 17 victorias y 19 derrotas. Acabó hundido en la clasificación mundial y, consecuentemente, perdió todo favoritismo en los cuadros de los grandes torneos. Hasta que en marzo del año pasado comenzó a dar síntomas de vida: 20 torneos y 20 derrotas, pero el doble de victorias, que le permitieron jugar las finales de Barcelona y Viena. Su recuperación es gran noticia, porque la Davis está a la vuelta de la esquina. Y junto a él irrumpe Ferrer, 23 años, semifinalista el año pasado en los Masters Series de Miami y Roma, y cuartofinalista en Roland Garros. Sin Nadal, puede ser también un hombre para la Davis.