Si Juan se llamase Iván...

La pancarta apareció el miércoles pasado en Vistalegre: "¿De qué vale tanto esfuerzo si no llegan refuerzos?". Los seguidores madridistas respaldan a Maljkovic y entienden que mientras construye el Real Madrid del futuro necesita fichajes para que el presente sea un poco más llevadero. El club les ha dado la razón. Ha renovado dos años el contrato del técnico y este mismo mes llegarán dos refuerzos importantes. La misma pancarta se hubiera podido exhibir en el Madrid Arena en referencia a Juan Antonio Orenga y el Estudiantes. Sin embargo, lo que se anuncia para el preparador colegial es más una destitución que un apoyo si continúan los malos resultados. Estudiantes atraviesa una seria crisis económica y es comprensible que los directivos se hayan plantaedo el resolverla como objetivo prioritario.

Por tanto, se entiende que en lo deportivo asuman un año de transición, con gastos mínimos. Pero esa filosofía, por su puesto, debe contar para todos. No es consecuente que al técnico estudiantil se le exija como a un grande y se le alimente como a un enano. Tiene un sólo extracomunitario (McDonald) en la plantilla y un puñado de jóvenes aún por curtir. Con eso es difícil aspirar a mucho. Orenga cumple el perfil idóneo para estabilizarse como entrenador ACB. Pero necesita respaldo y los medios para crecer al tiempo que el equipo. Quizá si en vez de llamarse Juan se llamse Iván, sin en vez de ser Juanito fuese Ivo, se lo pondrían todo un poco más fácil.