Cuando todo parece en contra...
La frase que más he escuchado en este recién empezado 2006 es la de "eso sólo le pasa al Atleti". Lo que más me duele, es que el sarcasmo colectivo que provocan nuestros males, está plenamente justificado. La última singularidad, una intoxicación masiva cuyo origen se desconoce y que afectó por igual a jugadores que no probaron bocado la noche de autos, hace pensar que un extraño maleficio nos persigue. Es difícil lograr una sucesión de hechos calamitosos tan pertinaz y prolongada en el tiempo. Lesiones mil, los funestos y malintencionados arbitrajes, los ilógicos goles en los últimos minutos, una prometedora plantilla que inexplicablemente se ha olvidado de jugar al fútbol, un entrenador que no recuerda tampoco al exitoso técnico que fue y como colofón una gastroenteritis colectiva, para que a nuestros males psíquicos se unan ahora los físicos.
Los precedentes no pueden ser peores ante el choque frente al Valencia. A pesar de todo no conviene olvidar que este equipo es imprevisible, generalmente para lo malo, aunque de cuando en cuando también el exiguo gozo de su sufrido e impotente aficionado. Yo todavía recuerdo la victoria el año pasado ante el intratable Barça en su propio campo. El equipo con el que hoy nos enfrentamos, por entonces con Benítez en el banquillo, también sucumbió en casa hace algunas temporadas ante nuestra ilógica razón de ser con un gol de cabeza de Aguilera. Así que, visto lo visto, por qué no pensar que hoy vamos a empezar a curar nuestros males.