Ganar a los blancos, el sueño de Gil

Ganar a los blancos, el sueño de Gil

El Real Madrid era especial para Jesús Gil. Siempre entendió la rivalidad y se colocó a la cabeza de los antimadridistas. Tampoco se le olvidaba que fue en el Bernabéu el escenario de su primer título de Copa ante el Mallorca en el 91 y recordaba casi con lágrimas en los ojos el 0-4 que le endosó Menotti y su gente a los blancos en su estreno en los duelos de eternos rivales. Ganar a los blancos tenía un encanto especial y hasta con la llegada de Florentino Pérez ironizaba sobre los apoyos oficiales y el olvido que sufría su Atlético ante los organismos oficiales.

A Gil siempre le traicionó el entorno. Su larga carrera de técnicos cesados se debía a sus calentones por resultados negativos, que nunca tenían una petición de reflexión por la gente que debía asumir su función. Los representantes conocían su manera de conducirse y le volvían loco con los ofrecimientos que le hacían. No reparaba en el dinero y, por ejemplo, abortó el fichaje de Riquelme cuando se enteró que había en juego comisiones de 400 millones. Lo que tampoco nadie olvidará en su manera de no rehuir el día a día de su equipo. Seguro que a él no se le hubiera escapado el fichaje de Etoo. Sus herederos marearon la perdiz económica y le dieron tiempo al Barcelona para entrar en la puja. Ahora más de uno añora una de sus broncas a una plantilla que está decepcionando a propios y extraños. Su momento más triste fue el descenso a Segunda y la gestión de Rubí al frente del club. El Centenario lo vivió como nadie y siempre se acordaba de aquella Champions ante el Ajax y que tenía el nombre del Atlético. Muchos atléticos le buscan por el palco.