Sabiduría y poco márketing

Campeón de Liga, de Copa en el Bernabéu centenario, semifinalista de la Champions, conquistador de terrenos míticos como el Olímpico de Múnich, Highbury, Old Trafford, Camp Nou, San Siro, Delle Alpi y de premio: el paro. Con este currículum y Jabo no tiene un banquillo en el que sentarse. Situación que ofrece dos posibles respuestas: 1. En el fútbol español hay poco sentido. 2. Jabo tiene algún problema. Solución: 1. El cuadrado de Luxemburgo puede ser un ejemplo para contestar a la primera. 2. El problema de Irureta es que no sabe venderse. No tiene pinta de galán de telenovela, más bien todo lo contrario: es de misa diaria. No tiene acento extranjero, es del mismo Bilbao. No hace aspavientos a sus jugadores (todos los problemas que ha tenido en el vestuario deportivista, muchos y gordos, los ha intentado arreglar sin publicidad), actitud que le ha colgado el cartel de blando. "¿Cómo va a meter en cintura éste a Ronaldo, Roberto Carlos, Beckham y cía?", se preguntan muchos. Sencillo: como hacía Del Bosque.

También luchó contra el cartel de amarreta por su afán por mantener el resultado, pero si tiramos de videoteca, el mejor fútbol de los últimos años, el de tiralíneas, el de precisión, lo hacía el Depor con una línea de tres mediapuntas (Víctor, Valerón y Fran) y un killer como Makaay. A toda su sapiencia futbolística hay que añadir el respeto a sus colegas, la fidelidad al Atlético (no sé a qué esperan) y el buen trato con los medios. Bon Nadal, míster.