Con Bianchi no funciona ni la defensa
Bianchi está consiguiendo lo imposible: que ya no funcione la defensa, la única línea del equipo que hasta ahora tenía una actuación impecable. Convendría recordar al técnico que no nos hace falta Michael Jordan, porque contamos con un central como Pablo, con altura y talento suficiente para haber evitado los goles de cabeza que nos han marcado Villarreal, Espanyol y Alavés (el humillante gol del Athletic no lo cuento porque estaba sancionado). Tal vez culpabilizarle también al Virrey del despropósito defensivo sería injusto, pero lo cierto es que nuestra antaño sólida zaga parece haberse contagiado del desastre del centro del campo, las bandas y el ataque.
Añoro aquellos días en los que de la ineficacia general, Torres aparte (qué paciencia la suya), siempre se salvaba la defensa. Pablo y Perea nos han servido para mantener la cabeza alta. Ahora ni eso. Cuesta comprender que seamos un coladero cuando hace muy poco tiempo éramos un auténtico valladar. Ante el Alavés lo vimos claramente. En cuanto nos presionaron mínimamente consiguieron marcarnos un gol. Ni estamos acertados de cara al gol ni somos capaces de defendernos con un mínimo de orden. Con Bianchi no rinden los fichajes estrellas y, lo que es peor, nuestros valores más seguros no son ni la sombra de lo que eran. Peor imposible.