Del dicho al hecho hay un trecho

La actualidad del Cádiz hace que recurramos al refranero popular para describir con exactitud lo que ocurre en el seno del equipo amarillo. La contratación de algún futbolista interesante, da mil y una vueltas hasta que al final, por cuestiones ajenas a unos y otros, termina por no cuajar. Es verdad que hay que ser muy reservado, cuando se ha encontrado un futbolista con el perfil deseado; que sea bueno técnicamente, con espíritu de lucha y sacrificio, responsable y que entre dentro de lo que el club pueda o quiera gastarse. Llegado a este punto queda el paso determinante para cerrar la operación, donde los pequeños flecos suelen ser barreras infranqueables, unos por regatear y otros aprovechándose para encarecer el producto en el mercado futbolístico.

Para diferentes puestos que necesita el equipo han aparecido varios nombres: Miñambres, Dos Santos, Lucas Lobos, Pisculichi, Paulo Ferrari, el chileno Matías Fernández o en la pretemporada Uche y Aduriz, todos ellos cada vez que se les situaba cerca de venir a Carranza aparecía un equipo que también los pretendía, todos ellos con historia en el contexto nacional e internacional, y claro, las cantidades que barajan estos equipos hacen que los deseados futbolistas se decanten por el color de los euros o dólares. Todas las negociaciones se han hecho correctamente y han sido un éxito, pero la triste realidad es que no ha llegado nadie y si esperamos al juicio para que se le tramite la ficha a Acuña, mucho me temo que veremos las mismas caras en 2006.