No toda la culpa es de los árbitros
La derrota in-extremis ante el Athletic, y que no me hablen de empate, fue lamentable y bochornosa. Apelar a la actuación arbitral o a la mala suerte es perder el tiempo, porque ambas coyunturas ya vienen en el guión que pauta el devenir de este bendito club desde hace mucho tiempo. A la hora de buscar responsabilidades hay que dirigir la mirada al entrenador y sobre todo a los jugadores. Al primero por no haber enfriado más esos interminables cinco minutos de descuento con una nueva sustitución. Podría haber vuelto a utilizar para tal fin, como lleva haciendo desde que comenzó el campeonato, a una de nuestras apuestas para esta temporada, el argentino Galletti. A los jugadores hay que reprocharles la absoluta falta de oficio, de concentración y de saber lo que se traen entre manos, ante su incapacidad manifiesta para controlar el balón en esos minutos de tiempo añadido.
Que pase una vez es del todo disculpable. Pero que ante el Deportivo, la Real Sociedad y el Villarreal nos ocurra lo mismo que el sábado frente al Athletic, es decir, perder con el tiempo cumplido no tiene justificación ninguna. Es vergonzoso e irritante pensar en la absurda manera como hemos dejado escapar seis puntos decisivos que nos habrían metido de lleno en la lucha por estar arriba. Esperemos que ante el Alavés, como bien dice Torres, todos los que salten al campo lo hagan teniendo muy claro que los partidos duran más de noventa minutos.