Escuchemos al que lo merece
Boza Maljkovic tiene razón cuando afirma que le falta equipo. Debería añadir alguna frase de autocensura, algo así como "No hemos sido capaces de completar una plantilla óptima" (porque es obvio que lo que tiene lo ha escogido él), pero es cierto que para aspirar a títulos en ACB y en Europa, con casi 80 partidos en total, es preciso disponer de dos grandes jugadores por puesto. Y el Madrid no los tiene. En la lista de la compra, el pasado verano, tenía los nombres de Calderón, Fran Vázquez, Oberto, Carlos Jiménez, Justin Hamilton y Venson Hamilton, pero Antonio Martín, por diversos motivos, sólo ha podido fichar al último de ellos.
El Madrid de las últimas semanas es un equipo sin chispa, porque algunos titulares acusan los dos primeros meses de competición, muy intensos, en los que han jugado más minutos de lo previsto. Jugadores con etiqueta de relleno provisional como Héctor García, Roberto Núñez, Óscar González, Hernández Sonseca o el gigante Sinanovic, pueden tener más presencia de lo imaginado. Y, encima, Mous Sonko, corazón del conjunto, no palpita bien. Sí: Boza llora con justificación. Y a los gurús hay que escucharles con respeto.