Como para pensar en la cantera

Luxa tiraría de cantera si le dijeran en diciembre que está cerrado el grifo de los fichajes. ¿Para qué apostar por Jurado si le van a traer finalmente a Ricardinho? ¿Qué necesidad tiene de acabar de formar un buen lateral si llegará Cicinho? Pero en esto no culpo en exceso a Luxemburgo. Esas directrices deben venir de más arriba. Sacchi, que suele decir lo que piensa y más si habla cuando se encuentra fuera de España, ya dejó claro hace casi un año que los grandes clubes de Europa no son grandes por los chicos que salen de la cantera. En el mundo globalizado que dibuja Arrigo, lo mismo da uno del barrio de Usera criado y formado durante diez años en Valdebebas, y otro de Togo que aparezca en cualquier Torneo Internacional Juvenil.

Si me apuran, tampoco es problema de Sacchi. Hay que mirar más arriba. Para mimar la cantera se debe colocar en los puestos de responsabilidad deportiva a gentes que hayan mamado el concepto. No encuentro mejor ejemplo que el de Vicente del Bosque. Cuando alguien que sabe mucho de fútbol se preocupa de ver la evolución del chaval desde que tiene once años, le obliga a aplicarse y a ser un buen estudiante, le explica con sencillez la grandeza de un club, le mira a los ojos y, finalmente, le asegura que llegará un día en el que él vestirá esa camiseta, el milagro se termina produciendo. Pero ese proceso no lo cuidará nunca alguien que solamente viene buscando el resultado inmediato. Bastante tienen esos con interpretar las portadas de los diarios.