Ballack es el único mirlo blanco, junto con Casillas, que termina contrato el próximo mes de junio. El alemán admira a Figo, ahora en el Inter. Él mismo cuenta que le puso Luis a su primogénito en homenaje al portugués, de quien destaca su "espíritu combativo y su genio ganador", que son precisamente dos de las virtudes que atesora el capitán de Alemania y que anoche puso sobre el césped de San Siro el ex jugador del Madrid para ganar al Parma de Lorenzo Sanz. Caprichos del destino.

Figo se marchó del Real por la misma puerta por la que un día hace no mucho entró al Bernabéu el padre de Ballack, es decir por la puerta de atrás. Entró en secreto para negociar el fichaje de su hijo. La operación estaba cerrada en 21 millones de euros. Pero se rompió porque, en su calidad de padre y no de agente, pidió 1,8 millones de comisión. Lo que piden todos los agentes, o menos. Porque por ejemplo el que era de Figo, José Veiga, cobró en su día el doble por lo mismo. Ahora suena de nuevo el móvil del padre de Ballack, que está escamado por lo que le pasó la última vez. Y que encima tiene una oferta del United. La negociación será más cara.