Yo digo Vicente Carreño

Mejor juego y el mismo resultado

Actualizado a

Noticias relacionadas

Los porteros suelen ser muy decisivos en el fútbol. Sus aciertos se notan mucho. Y sus fallos también. Y ayer Pinto estuvo toda la noche tocado por los ángeles y a Leo Franco le abandonaron en una jugada decisiva. Y este Atlético, que tocó mejor y que se gustó más que otras veces, lo pagó muy caro. Demasiado. Y no quiero con esto echar las culpas a Leo Franco, que es un gran tipo y un porterazo. Desde que se ha colocado bajo los palos de la portería rojiblanca sólo se puede hablar excelencias de él. Es sobrio y muy seguro, una garantía. Leo Franco ha acabado con toda justicia con el debate sobre la portería atlética: él es indiscutible y lo va a seguir siendo. Pero en Balaídos el gran Leo Franco no midió bien en una de sus salidas, Pablo no se entendió con él y no atinó a despejar, y ese zorro brasileño que se llama Baiano acertó a colocar la pelota en la portería del Atlético. Así son los goleadores, futbolistas capaces de estar en el sitio justo en el momento exacto para aprovechar el más mínimo falló. Leo no estuvo acertado y el brasileño sí. Cosas del fútbol.

El error puso las cosas cuesta arriba a este Atlético que había salido con una cara distinta, quizá porque Bianchi puso más jugones en el medio del campo y el equipo movió mejor el balón. Por ahí andaban Gabi, Ibagaza y Galletti, futbolistas que si se asocian pueden llegar a hacer cosas importantes. El Atlético jugaba con más gusto que otras veces, pero con la misma falta de puntería delante porque el Niño anda como despistado, Kezman no estaba por culpa del dichoso visado y Martín Petrov apareció sólo al final. El experimento de Bianchi acabó con el mismo resultado: la derrota. Pero yo insistiría: con los jugones al Atlético le irá mejor. Seguro.

Te recomendamos en Opinión

Productos recomendados