Estamos donde nos merecemos

Al margen de los árbitros y del infortunio que nos persigue, por mucho que despotriquemos, la verdad es que ocupamos el mediocre lugar en la tabla que nos merecemos. Por el momento, el equipo no ha demostrado nada que ya no conociéramos. Es decir, la máxima solvencia bajo los palos y en la defensa, y un ataque, reforzado eso sí, pero absolutamente infrautilizado. Como en el pasado, no existe centro del campo. Ni creamos juego, lo que nos impide explotar las posibilidades de Torres o Kezman, ni presionamos al rival, motivo por el que habitualmente siempre estamos a merced de nuestros rivales. Si lo pensamos bien, nuestras bazas se reducen a la velocidad de Petrov por la izquierda, al acierto en los córners de Pablo, al potencial de Maxi cuando se aleja del puesto en la banda al que le obliga a ocupar el entrenador y al mérito, exclusivamente individual de Torres y Kezman.

No dudo de la utilidad de Luccin o de Zahínos, pero está claro que ni uno ni otro sirven para construir juego. Ante tal carencia, cuesta entender las razones por las que Bianchi no da continuidad a Gabi. Y no sólo eso, cuesta también entender por qué no da minutos a Ibagaza o por qué no utiliza para algo más que para perder tiempo a Galletti (¿para eso le hemos fichado?). Bianchi bien hace en exigir jugadores para el centro del campo, pero hasta que llegan no estaría de más que explotara todas las posibilidades de la plantilla que el club ha puesto a su disposición.