Sabiduría, corazón y p'alante

Luis tiene tanta autoridad moral que, pese al fiasco de no clasificar primera de grupo a nuestra selección, recibió las críticas justas. Muchos han querido ver cierto favoritismo de la crítica. Otros, directamente, una forma de seguir castigando a sus antecesores, que sí padecieron de forma inclemente la censura. Cada uno tiene lo que se merece. Y Luis merece respeto. La ausencia de Joaquín no será hoy titular de ninguna portada. La sorpresiva incorporación de Luis García, sin embargo, se ha convertido en la clave de la ida. ¿Potra de Aragonés? ¿Pura casualidad? No, sabiduría.

Pero la goleada a Eslovaquia llegó también por la vía del coraje, del corazón y de la superioridad técnica. Y hay un tercer ingrediente, tan importante como los anteriores. Encarar el partido sabiendo que no se puede dar un paso atrás ni para tomar carrerilla. Hace años que un grupo de amigos bautizamos, con torpeza ortográfica, un grito de guerra: p'alante. Pues eso. Cuando estás tan convencido de que el único camino para conseguir los objetivos es dar un paso al frente, no hay nada que te frene. Me alegro por Luis, me alegro por ustedes, me alegro por nuestro fútbol.

In memoriam de Miguel Gallardo (P'alante).