Mario Pesquera no será el seleccionador de baloncesto el próximo verano en el Mundial de Japón. No hay prisa en decirlo, ni tampoco en sustituirle. La Selección, ya clasificada para dicha competición, no tiene previsto jugar partidos en los próximos nueve meses. Pesquera no seguirá, porque se le considera responsable de que la Selección regresara de vacío del Eurobasket. Los jugadores tenían más ganas que nunca de volver con una medalla para demostrar que sin Gasol también saben ganar, formaban un excelente equipo, el podio pareció asequible pues ningún equipo mostró evidente superioridad y, además, el torneo coincidió con la mayor crisis conocida del baloncesto serbio, que era nada menos que el anfitrión.

¿Qué falló? Pues cuando los jugadores rinden a un nivel inferior al que tienen, la culpa sólo puede ser del seleccionador. De los jugadores que llevó, Rudy Fernández, Iturbe, Cabezas, Vidal, Sergio Rodríguez, Reyes y Fran Vázquez están ofreciendo en la liga estadísticas superiores a las que tuvieron en el Eurobasket, pese a la enorme competencia que tienen para hacerse con un sitio en sus equipos. Eso quiere decir que son jugadores útiles, pero fueron poco o mal utilizados por Pesquera, sobre todo los cinco primeros, quienes tuvieron un papel secundario en la Selección. Y de eso se culpó precisamente a Pesquera, de exprimir a los titulares con pocas rotaciones, cuando jugadores había de sobra. Lo demuestran en cada jornada.