Un sello a vuelta de correo
Es curioso lo mucho que se parecen un sello y un documental. Ambos son ventanas que invitan a asomarse. Huecos por los que escapar con la imaginación y soñar con lugares mágicos, con otros mundos, con aventuras. Más allá de la pasión filatélica por su coleccionismo, quién, allá en la infancia, nos se ha quedado un buen rato mirando un sello en el que aparecía un paisaje o un animal exótico o un personaje o acontecimiento históricos. Ellos nos trasladaban, igual que los mapas a paraísos perdidos, a rincones de la imaginación. Muchos viajes comenzaron en ellos y otros muchos son obras de arte realizados por expertos artistas que nos reconcilian con los tiempos en los que la paciencia y el trabajo de orfebrería eran las cualidades más preciadas. Si venían de lejos, esperábamos encontrar en aquellas pequeñas obras de arte alguna pista, un girón de conocimiento acerca su lugar de origen.
Muchas eran las ocasiones en las que el sello resultaba más interesante e ilustrativo que las frases sobadas, de tan formales y carentes de sentimiento como eran, que habían ayudado a llegar a su destino. Correos ha tenido la generosidad de poner en circulación una emisión filatélica en la que aparecen algunos de los momentos estelares de Al filo de lo imposible, con lo que nos han ofrecido la impagable oportunidad de acercarnos de una innovadora manera a nuestros espectadores. Resulta estimulante pensar en los álbumes de los coleccionistas o en esas cartas coronadas por uno de estos sellos recorriendo el mundo y que provocando curiosidad y ganas de vivir la aventura en los jóvenes.
No importará, porque las imágenes de un buceador en una cueva erizada de estalagmitas en Yucatán o de un alpinista en el último esfuerzo para llegar a la cumbre o un piragüero en plena lucha con la salvaje espuma de un río de montaña agitan el alma por sí solas. Y lo hacen porque no son puramente imágenes "bonitas". Son el símbolo y el fruto de un sentimiento universal: la pasión por la aventura. Agradecemos profundamente el gesto que nos manda, ya para siempre, a un lugar pequeñito de la historia, en concreto de la televisión. Queremos que sean un homenaje a todos aquellos hombres y mujeres que con su esfuerzo, su capacidad de sacrificio y su coraje transformaron y elevaron el nivel de la aventura en España, fuesen o no de Al Filo, hasta límites desconocidos. Y que, desgraciadamente, algunos de ellos se quedaron en el camino dejándonos en el alma un vacío imposible de llenar. Por eso estos sellos ahora recuerdan a Musgaño, Mirian, Atxo, Xabi, Miguel Ángel y otros muchos. Cuando usted pegue uno de ellos recuérdelos y piense que pocos sellos han costado tanto.
Sebastián Álvaro es director de 'Al Filo de lo Imposible'.