Cariño y respeto para Zidane

Aunque el partido se recordará por lo mantas que eran los noruegos o por el primer gol en puerta contraria de Woodgate, yo me quedo con la ovación del Bernabéu en el minuto setenta a Zidane. Si alguien merece continuidad en el equipo y paciencia tras un mes largo de baja por lesión, ese es el francés. Pasará tiempo hasta que volvamos a ver en un terreno de juego las cosas que le hemos visto hacer a Zinedine en estos cuatro últimos años. Será un acierto mimarle hasta el mismo día que decida retirarse. Pero, visto el empeño que pone en coger la mejor forma, no tengo dudas de que ese momento está aún lejano. Al menos dos añitos, los que le quedan de contrato.

Quiero hacer esta defensa encendida ahora que apenas da pie con bola. Pronto llegarán partidos memorables, sobre todo en casa, donde el repliegue de los contrarios facilita sus maniobras orquestales cerca del área. Aún estando mal, ayer me percaté del efecto intimidatorio que produce en el rival. Los del Rosenborg no debieron caer en la cuenta de que no está para muchos trotes, y fueron muchos los momentos en los que situaban a dos jugadores casi en un marcaje individual al francés. Una de las virtudes de Luxa es que sabe respetar el talento. Lo está demostrando con Zidane.