Ya toca ganar al eterno rival
Ya es hora de empezar a creer en serio que atrás ha quedado una época de despropósitos y desatinos. Hace seis años que no ganamos al Real Madrid. Es lógico. Mientras ellos engrandecían su laureado palmarés, nosotros tratábamos de recomponer la identidad y restañar las glorias del pasado, en medio de un dubitativo presente. Por primera vez en mucho tiempo, saltaremos al campo de igual a igual, con posibilidades reales de plantar cara a un equipo que nos suele apabullar. En esta ocasión tenemos un proyecto renovado, que no entiende de complejos y que cuenta con grandes dosis de juventud y ambición. Sin desmerecer sus cualidades, nos enfrentamos a un rival que lleva tiempo presentando síntomas de agotamiento.
Nos falta conjuntar el bloque, especialmente definir el centro del campo para que tenga más garra y creatividad y arreglar el desaguisado de la banda derecha. Por el contrario contamos con una sólida línea defensiva, muy capaz de eclipsar a las estrellas blancas, una banda izquierda eficaz y por encima de todo una línea de ataque en forma. En la demostrada capacidad resolutiva de Torres y Kezman puede estar la clave del encuentro. Este sábado muchas amargas sensaciones pueden quedar enterradas.