El CSD no se vota; el COE, sí

Hoy, elecciones al Comité Olímpico Español (COE). No es cuestión baladí. Pudiera parecerlo, porque el COE tiene bien merecida fama de ser una agencia de viajes que organiza un viaje cada cuatro años. El COE ni pone los deportistas ni los selecciona. En ese caso, ¿qué más da quien sea el presidente? Pero el COE es ni más ni menos lo que las gentes del deporte quieren que sea. El presidente del Consejo Superior de Deportes no lo pueden elegir. Como secretario de Estado, lo elige el Gobierno. Pero el presidente del COE, no. El presidente del COE es elegido por votación entre todos los miembros de la asamblea. Es un ejercicio de responsabilidad que el mundo del deporte vote hoy y lo haga en conciencia. Luego no valdrán quejas.

Hay dos candidaturas. Una es la encabezada por Alejandro Blanco, gestada hace tiempo por las federaciones olímpicas más representativas y que desean gobernar la cúpula del deporte español desde el COE. Atletismo, balonmano, fútbol, judo y tiro forman el sector duro de este grupo. Otra es la de Mercedes Coghen, pudiera decirse que la candidata oficialista para frenar lo que se contempla como un asalto de las federaciones al poder. Coghen garantiza una línea continuista, es decir, sin grandes sobresaltos hasta el momento que Iñaki Urdangarín, el gran candidato, no lo olvidemos, considerara llegado el momento de acceder a la presidencia. Ésta es la situación. El mundo del deporte tiene que decidir hoy qué es lo mejor.