Olvidemos por ahora La Peineta

Olvidemos por ahora La Peineta

Madrid se quedó sin los Juegos Olímpicos de 2012 como yo me quedé sin abuelas. El estadio llamado de La Peineta tiene todas las papeletas para seguir siendo durante muchos años una instalación menor, con el lógico deterioro paulatino de sus instalaciones y alrededores. Ya pasó en su momento con otros complejos deportivos. El Atleti no ve claro trasladarse del Manzanares a un lugar que no gusta a sus asociados, que exigiría una fuerte inversión para adecuarlo a sus necesidades y que no resolvería sus problemas económicos, además representaría la pérdida de su patrimonio si el municipio no contempla la copropiedad. Me parece que es un tema hoy por hoy agotado, mientras Ruiz Gallardón y sus huestes ocupen la alcaldía.

Las declaraciones que en todo momento ha realizado Enrique Cerezo son las lógicas, entonces y ahora. Sólo se contemplaría el traslado para mejorar. Eso sí, mientras tanto parece que el Ayuntamiento se esfuerza en molestar a los asistentes al Vicente Calderón. Accesos incómodos empeorados por obras eternas. Dificultades de aparcamiento y unos servicios públicos infames. Los agentes municipales persiguen a quienes aparcan en lugares prohibidos en lugar de facilitar la circulación. En los alrededores del Bernabéu no se ejerce el mismo rigor y la organización del tráfico se lleva a cabo con mejores criterios. Los directivos, altos cargos y paniaguados ni lo sufren ni tal vez se enteran. Sólo los aficionados lo padecen. A pesar de ello el campo se llena. ¡Al fútbol!