Pedrosa, genial como Rossi

Nosotros también tenemos un fenómeno comparable a Rossi. Se llama Dani Pedrosa y corre en 250cc. Llega a correr en MotoGP y a celebrarse su carrera de ayer a mediodía, y hoy no habría más tema de conversación que sus cuatro últimas vueltas en Japón. Pedrosa, conviene decir, tiene tanta ventaja en el Mundial que se puede considerar prácticamente campeón. Con marcar a Stoner le vale. Ayer más que nunca, pues competía maltrecho de sus caídas en los entrenamientos. Todo iba más que bien, porque Pedrosa se quitó definitivamente de encima a Stoner a falta de cuatro vueltas. Por delante, Aoyama, Dovizioso y De Angelis dispuestos a repartirse el podio en paz y armonía.

Al menos eso se esperaba. ¿Qué necesidad tenía Pedrosa de meterse en batallas secundarias? Pues eso se andan preguntando aún Dovizioso y De Angelis. Pedrosa les sometió a cuatro vueltas temerarias. Dos veces adelantó a Dovizioso y tres a De Angelis. Maniobras al límite que hacían zozobrar las máquinas. Un recto de Dovizioso, una salida de Pedrosa. Nueve intentos más de adelantamiento. Curvas con los pilotos corriendo en paralelo. Pedrosa, está claro, no regala nada. Y menos, el podio. Si es campeón, quiere serlo en todas las carreras. Es el más rápido, el más arrojado, el más ambicioso y... el más listo. Cuando Lorenzo llegó fuera de control, Pedrosa no estaba en su trayectoria. Por algo sería.