Una broma demasiado pesada
Noticias relacionadas
Tercer partido de pretemporada del Madrid y segunda derrota. No he bebido. En agosto fue imposible ver al equipo jugando un encuentro ante un rival de entidad. Luxemburgo tiene las ideas claras, ahora es cuestión de afinar la puesta a punto. ¿No les suena esto? Les tiene que sonar porque era el discurso del entrenador el pasado invierno, cuando aterrizó sin paracaídas. Ahora no hay excusas. Tiene los jugadores que quiere, ha echado a los que le sobraban y juega con una mezcla de dibujos que acaban convirtiéndose en un ridículo garabato, según los avatares de cada partido. Ahora con un 4-2-2-2, ahora con un 4-1-3-2. ¿Y mañana? Ah, se siente, eso lo veremos mañana, que para eso el técnico lo ha ganado todo y no tiene obligación de rendir cuentas, y menos ante una Prensa que busca permanentemente los tres pies al gato.
Pues me resisto a pensar que el fútbol es tan complicado. Me niego a asumir que con unos jugadores tan buenos se puede jugar de forma tan desordenada. Por cierto, Sacchi me dijo antes del partido de Lyon que había visto al equipo blando ante el Celta. ¿Se dio cuenta también Luxa de tan peligrosa actitud de sus jugadores? Lo digo porque ese carácter blando se asomó en Francia y se llevó todo por delante. ¿Han visto cómo defienden las jugadas a balón parado? ¿Se han percatado de la falta de agresividad cuando el rival tiene la pelota? Esas cosas son las que marcan el sello de un club, mucho más que la pizarra y los inventos inútiles. Y a todo esto un chico llamado Robinho, que debe estar pensando dónde se ha metido. Lo tiene fácil, que le pregunte a su jefe y compatriota, que seguro que tiene la respuesta. ¿O no, Luxa?




